miércoles, 2 de abril de 2008

La ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga. Casillas de Berlanga. Soria.

El aspecto exterior de la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga, Casillas de Berlanga en las proximidades de la localidad soriana de Berlanda de Duero, poco refleja lo que vamos a encontar una vez entremos.




















La palmera es el árbol de la vida que une lo terrenal con lo celestial. Elemento común al arte musulamán y cristiano.







La ermita mozarábe de San Baudelio de Berlanga es un monumento de gran interés tanto por su arquitectura como por sus pinturas románicas. Casi un milenio después de su construcción y pese a que parte de sus interesantísimas pinturas murales fueron vendidas a un marchante en 1922, y arrancadas de los muros tres años después, se la sigue conociendo hoy día como la "Capilla Sixtina" de Castilla y León. Las pinturas murales seconservan actualmente en diversos museos estadounidenses y en Museo del Prado. La ermita está ubicada en Casillas de Berlanga, pedanía adscrita al Ayuntamiento de Caltojar, en el suroeste de la provincia de Soria, dentro de la comarca denominada Tierra de Berlanga. Se llega por la SO-152. Entre Casillas de Berlanga y Caltojar hay un desvío señalizado a la derecha por el que a menos de un kilómetro se encuentra la ermita. Fue construida a fines del siglo XI en la que era tierra de nadie fronteriza entre cristianos y musulmanes explica la mezcla de influencias. Las pinturas del interior, seguramente del siglo XII, tienen más difícil clasificación. En el exterior del ábside se encuentra una necrópolis rupestre con más de una veintena de tumbas antropomorfas toscamente talladas. Están orientadas de este a oeste y estuvieron cubiertas por lajas. Su excavación inicial puede datarse alrededor del siglo X, si bien pudieron ser utilizadas sucesivamente hasta el siglo XVI.
Su construcción corre pareja con el afianzamiento de los reinos cristianos hacia el año 1060. Fernando I toma Gormaz, Vadorrey, Aguilera, Berlanga y Bordecorex, que se encuentran camino de Medinaceli, centro estratégico en la defensa de la frontera musulmana desde elsiglo X. No se conoce nada cierto sobre su origen, si bien hay noticia documentada desde 1136 en que se trasladó su jurisdicción a la diócesis de Sigüenza. La tradición cuenta que la gruta a la que se entra por la esquina sur del interior de la ermita, debió de servir en su día como habitáculo de algún ermitaño. En torno a esta gruta y al manantial que brota y que hace más habitable el paraje, se organizó a finales del siglo X un cenobio que debió estar adscrito a la advocación de San Baudelio; mártir galorronamo del siglo IV. Los discípulos de San Baudelio solían habitar en parajes apartados ubicados en las inmediaciones de fuentes de agua para evocar, de ese modo, el lugar donde San Baudelio había sido enterrado. El culto eclesiástico estuvo suspendido durante mucho tiempo, siendo utilizada para guardar rebaños. La ermita fue declarada Monumento Nacional, según real orden de 24 de agosto de 1917, publicada el la "Gaceta de Madrid" número 289 de 27 de agosto de ese mismo año. La ermita era propiedad a principios del siglo XX de varios vecinos de Casillas de Berlanga. Sus pinturas fueron vendidas a marchantes que los revendieron a varios museos norteamericanos. Una parte pudo ser recuperada a mediados del siglo y se exhibe en el Museo del Prado. La mala conservación del techo causó en su tiempo un irreparable deterioro a buena parte de las pinturas que quedaron. La iglesia fue adquirida por la fundación Lázaro Galdeano en 1949 y donada al Estado que ejectuo una importante restauración. Sobre sus origenes nada se sabe, la primera referencua es del 1136, "monasterio sancti Baudili quod circam berlanga situm est" en la cual se hace referencia a un monasterio construido por mozarabes junto a una gruta puesta bajo la advocación de San Baudelio, en tiempos visigodos. Hoy la gruta se halla en el interior del templo, pero del monasterio no se conocen restos.
La ermita de San Baudelio presenta una notable armonía entre arquitectura y decoración pictórica, aunque puede haber una diferencia de ejecución de casi 100 años entre una y otra. Construida sobre una terraza de caliza, a la boca de una cueva al lado de una fuente. El edificio es de dos cuerpos rectangulares. El más pequeño corresponde al ábside y el mayor a la única nave principal de la iglesia. Los muros son de mamposteria sobre sillares de un metro de ancho y son de una gran simplicidad. Se accede por una pequeña puerta de arco de herradura. La bóveda está formada por ochoarcos donde se repite el modelo de herradura sobre ménsulas en las paredes de la nave central, cuatro en los ángulos y cuatro en los muros, partiendo de una pilastra central muy robusta, como hojas de una palmera, elemento este muy influido por las formas arquitectónicas islámicas de Al Andalus. Sobre esta pilastra central se abre una pequeña e inaccesible cámara que hace las veces de linterna y está cubierta por una cupulilla de seis nervios cruzados. Es esta linterna un elemento original donde se podría custodiar alguna reliquía de San Baudelio, o tal vez algún libro sagrado. La techumbre es de teja pero hasta 1894 fue de sillares. La nave principal con bóveda de medio cañon y el ábside de cabecera cuadrada se unen por cinco escalones bajo un arco de herradura. El abside cuenta con dos pequeñas ventanas de herradura por donde entra luz al altar mayor desde las dos paredes opuestas. Cuenta con un pequeño altar de piedra decorado con pinturas de San Baudelio, San Nicolás y el Espíritu Santo. En el extremo de la nave principal, una tribuna de arcos de herradura sobre columnas forman un coro a modo de pequeña mezquita de cinco naves. Al coro situado en la parte superior de la tribuna se llega por una escalera adosada al muro frente a la puerta de entrada de peldaños tallados en la pared. La columnata de arcos de herradura resguarda el acceso a la cueva excavada en la roca que pudo ser el origen de la congregación monástica.
La decoración es única en el arte rómanico. La técnica utilizada fue temple sobre yeso y las pinturas ocupanban todo el interior del templo. Pudieron ser inspiradas por motivos de cerámicas y marfiles de la época califal. Se atribuyen a tres desconocidos maestros por la distinta factura de su obra. Uno de ellos es conocido como Maestro de Maderuelo, por la semejanza con pinturas realizadas allí. La ermita, propiedad de los vecinos de Casillas de Berlanga, que ven como veintitrés frescos de San Baudelio fueron vendidos en 1922 por 65.000 pesetas al anticuario León Levi, por cuenta del marchante de arte norteamericano Gabriel Dereppe. Técnicos especialistas se apresuraron a arrancar las pinturas para su transporte. Las protestas que provocó esta venta consiguieron la inmovilización de las pinturas arrancadas, hasta que lamentablemente los compradores consiguieron que el Tribunal Supremo español sentenciara el 12 de febrero de 1925 que no era posible anular la venta libre de las pinturas, siendo imposible así prolongar la retención de las pinturas. Esto significó la inmediata salida de las mismas de España, una vez autorizada por el Director General de Bellas Artes, por imperativo legal. El marchante Gabriel Dereppe vendió las pinturas a su vez a diversos museos de arte de varias ciudades norteamericanas: Museo de Cincinnati, Metropolitan de Nueva York, Museo de Arte de Indianápolis y Museo de Bellas Artes de Boston. En 1957 el gobierno español canjeó algunas de esas pinturas por el ábside de la iglesia románica de San Martin de Fuentidueña; Segovia, que actualmente se expone en el Metropolitan. Las pinturas recuperadas podemos verlas en el Múseo del Prado. En 1965 fueron restauradas las pinturas que quedaban en la ermita. Son obra de tres artistas locales: Al Maestro de Maderuelo o Primer Maestro de Casillas se le deben todos los temas decorativos de arquerias y bóvedas, las grandes escenas biblicas y las pinturas del ábside. Al Maestro de San Baudelio, se le deben las escenas cinegéticas de la zona baja, que són las pinturas más originales. Y al tercer Maestro de San Baudelio, más modesto, las pinturas del interior del coro o tribuna. Constituyen un completo recorrido didáctico de los hechos más relevantes de la historia del cristianismo.
San Baudelio, San Baudilio o San Baudel, fué un santo-mártir del siglo IV de Nimes, Francia.




















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