Casetón en el techo artesonado del refectorio del monasterio de Uclés. Siglo XVI
VOSOTROS NOBLES BARONES, SABED QUE A NADIE PERDONÓ
Representación del maestre de Santiago, Álvaro de Luna
En 1453, el 4 de abril, Álvaro de Estúñiga detuvo al condestable por orden del rey en Burgos y fue trasladado al Castillo de Portillo. Su esposa Juana Pimentel y su hijo Juan de Luna se refugiaron en Escalona, desde donde pidieron ayuda al Papa, por ser la Orden de Santiago (de la que es Gran Maestre) protegida papal. El 28 de abril, Juan II parte desde Portillo hasta Fuensalida para sofocar la rebelión de los partidarios del condestable.
El día 1 de junio se le trasladó a Valladolid, donde fue juzgado y condenado en un manido juicio que no fue más que una parodia de la justicia. Fue decapitado en cadalso público en la plaza Mayor de Valladolid el 2 o 3 de junio de 1453.
Poco después, la gente de Valladolid y algunos nobles llevaron su cuerpo a enterrar al convento de San Francisco, donde él había dejado dicho a los religiosos la noche anterior a su muerte que así lo hicieran. Más tarde, al cuidado casi reverente del que había sido su fiel servidor, Gonzalo Chacón, fueron trasladados a la ciudad de Toledo, donde recibieron tierra definitivamente en la suntuosa capilla de la catedral, llamada de Santiago, construida a sus expensas, donde yacía enterrado su hermano el arzobispo don Juan de Cerezuela, y reposarían después los restos de su mujer, doña Juana Pimentel, y otros miembros de su familia,
Juana Pimentel, al conocer la ejecución de su marido, abandonó la resistencia y rindió el Castillo de Escalona a las tropas reales. A partir de este momento, y hasta su muerte, Juana firmaría todos sus documentos como «La Triste Condesa», mostrando así el lamento que le producía la ejecución de su marido
.
Menimi Parco, a nadie perdono- a nadie respeto.
Tras el fin de la
Reconquista, el conjunto de edificios sufrió una remodelación radical, que
acabó con gran parte de los elementos defensivos, no así con las murallas, que
aún se conservan.
La construcción del
monasterio se inició el 7 de mayo de 1529, durante el reinado de Carlos I
comenzando por el ala Este, que es de estilo Plateresco. Las trazas originales
son de arquitecto Enrique Egas. En el último cuarto del siglo XVI, comenzó la
construcción de la Iglesia de estilo Herreriano. Avanzado el siglo XVII, las
obras del patio y de la escalera principal continuaron, al tiempo que se
concluía las alas Oeste y Sur. Las obras finalizaron en 1735, bajo el reinado
de Felipe V, elevándose un cuerpo la nave oriental y terminándose la portada
principal, que es de estilo Churrigueresco.
Para su construcción se
utilizó piedra de Cabeza de Griego (Segóbriga), sobre todo en la fachada
oriental.
En 1836, con la
desamortización de Mendizábal, la Orden de Santiago tuvo que abandonar el
edificio. A principios del siglo XX se destinó el monasterio a colegio de
segunda enseñanza, más tarde a noviciado y colegio de Agustinos
hasta que en 1936 fue saqueado y destrozado interiormente. Terminada la guerra
Civil, se dedicó a cárcel para presos políticos y, desaparecida ésta, tras su restauración,
reside en ella, desde Octubre de 1949, el Seminario Menor del Obispado de
Cuenca, con el nombre de Seminario Menor SANTIAGO APÓSTOL.
En el monasterio se pueden
distinguir tres estilos arquitectónicos: Plateresco, Herreriano y
Churrigueresco. El ala Este del monasterio, de la primera mitad del siglo XVI,
se ejecutó en estilo plateresco. La iglesia que ocupa el ala Norte, fue
finalizada en 1602, es de estilo herreriano, El resto del monasterio, erigido
durante el siglo XVII, es de estilo barroco y culmina con su fachada
churrigueresca, obra de Rivera.
El edificio fue diseñado por
el Arquitecto Enrique Egas y su ejecución corresponde a los
maestros, Francisco de Luna; Gaspar de Vega; Pedro Tolosa; Diego de
Alcantara y Bartolomé Ruiz (siglo XVI).
La decoración plateresca se
observa claramente en las ventanas de la fachada oriental donde se aprecia
cierta asimetría. Se repite los motivos de calaveras, conchas, cruces y motivos
alegóricos.
El artesonado de su
REFECTORIO, tallado en madera de pino melis, esta compuesto de 36 casetones que
corresponden a 36 bustos de maestres, priores y caballeros de la Orden de
Santiago. Destacan entre ellos, el dedicado a Don ÁLVARO DE LUNA que en lugar
de esfinge, contiene una calavera coronada y rodeada de una inscripción, VOSOTROS
NOBLES BARONES, SABED QUE A NADIE PERDONÓ, referida a la muerte, y el del rey
Carlos I, que ocupa el lugar central con sus atributos imperiales: una espada y
un orbe. En el lado sur figura el escudo de España.
La antigua SACRISTÍA, tiene
dos naves formando ángulo recto. Tiene una bóveda de crucería con elementos ojivales. Las labores platerescas
cubren frisos, columnas y pilastras.
La Iglesia, es obra de
Francisco de Mora (nacido en Cuenca en 1540, muere en Madrid, en 1610).
En 1592, fue nombrado
Maestro Mayor de las Obras de la Villa y en 1597, a la muerte de Herrera, pasa
a ocupar el cargo de Maestro Mayor de las Obras Reales. Estuvo al frente de las
obras durante 22 años, por eso se le denomina a veces el Monasterio Escorial de
la Mancha. Es de cruz latina y tiene una sola nave, con cinco tramos y un coro
elevado.Tiene 65 metros de larga y
12 de ancha. El crucero es más alto y se cierra en forma de linterna. La cúpula
es de media naranja y está adornada con gajos con pechinas, es de Antonio
Segura. El crucero está separado por una verja decorada con las armas reales y
la cruz de Santiago.
El retablo mayor original,
era de estilo greco-romano, con tendencias barrocas y de él se conservan restos
en su parte superior. Fue encargado a Francisco Garcia Dardero. El resto fue
destruido durante la guerra civil y luego reconstruido en escayola. El cuadro
que preside el retablo es de Francisco de Ricci, pintor de cámara de Felipe IV.
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