jueves, 11 de febrero de 2016

Córdoba



A mediados del siglo II  el general romano Claudio Marcelo, funda Corduba, erigiéndose desde este mismo momento como capital de la Hispania Ulterior.

Años prósperos fueron los de la República, truncados por la victoria cesariana en la batalla de Munda, al tomar la ciudad partido por el bando pompeyano. Tras los primeros años de declive imperial, el César Augusto restituye el merecido estatus de esta zona reservando sus tierras a los mejores veteranos de sus tropas, otorgándole el título de Colonia Patricia. Córdoba vive, bajo dominio romano, una intensa monumentalidad y enriquecimiento de su infraestructura pública. Sin duda se mantuvo un gran movimiento comercial y cultural, muestra de ello son los dos foros, el colonial y el provincial, que acogía la ciudad. Se levantan grandes edificios, como el  anfiteatro máximo donde está el Rectorado de la Universidad, grandiosos templos, caso del situado en la calle Claudio Marcelo y se adornan las calles con excelsas esculturas.


Los primeros gobernadores de la Qurtuba islámica ya la constituyeron como centro administrativo de las tierras conquistadas.


La llegada del omeya Abd al-Rahman I, el Huido, el Desheredado, unió a los bandos descontentos con la política imperante y a los seguidores del futuro emir. En el año 756 se produce la toma de Córdoba y la proclamación de la misma como capital del emirato independiente de Al-AndalusAbd al-Rahman I realizó la primera gran ampliación de laMezquita Aljama de Córdoba y reconstruyó las murallas y el Alcázar. Fue Hisham I, hijo del primer emir, quien terminó las obras que comenzara su padre en la gran mezquita y levantó el primitivo alminar, hoy en día desaparecido. Con la llegada al poder de Abd al-Rahman II se produce la segunda gran ampliación del templo y la ciudad vive unos momentos de gran auge constructivo.
Pero será con Abd al-Rahman III cuando Córdoba cobre un total protagonismo. En el año 929 es proclamada capital del califato independiente de Damasco, siendo sede religiosa, política y administrativa de todo el reino islámico occidental. Bajo el mandato del primer califa se levanta Medina Azahara, efímera ciudad extramuros de la medina, fuente de inagotables leyendas debido, en parte, a los ricos materiales empleados en su construcción.
Alhakam II, hijo de Abd al-Rahman III dará paso a la época de mayor esplendor cultural y edilicio de la localidad cordobesa. Realiza la tercera gran ampliación de la Aljama, transportando toda la riqueza de Medina Azahara hasta la mezquita. Su sucesor, Hixam II, dedicado a reinar pero no a gobernar, dejó el poder a cargo del visir Almanzor, responsable de la tercera y última ampliación de la mezquita.
Tras la débil administración de Almanzor e Hixam, la unificación del reino no duró mucho. En el año 1013 se derrumba el califato, declarándose taifa hasta su definitiva caída.



Iglesia del Salvador




Torre de la iglesia del Campo Madre de Dios


Puente de Miraflores, la ronda de Isaba lo une con el puente romano













Torre de la Calahorra es una fortaleza de origen islámico  entrada y protección del Puente Romano de Córdoba. 

Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1931, junto con el puente romano y la Puerta del Puente a los pies de la Mezquita. 











Los molino harineros del Guadalquivir


Torres del Alcázar junto a la Mezquita, el Obispado y al palacio de Exposiciones y Congresos.


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